Todos los días desde que nos despertamos hasta que descansamos tomamos decisiones. ¿Qué ropa nos ponemos?, ¿qué queremos comer? o ¿qué calle tomar para nuestro traslado? Son preguntas que nos hacemos y que las resolvemos en cuestión de segundos o minutos, tomando decisiones.
El mundo corporativo también está lleno de momentos en los que la toma de decisiones puede cambiar el rumbo de una organización.
Una encuesta de la consultora McKinsey Quarterly a 2 207 ejecutivos señala que solo el 28% de las decisiones estratégicas en sus empresas fue buena, el 60% dijo que las malas decisiones eran tan frecuentes como las buenas; y el restante 12% manifestó que fueron muy buenas decisiones.
Una correcta toma de decisiones puede ayudar al crecimiento de su empresa. Siga estos pasos y agilice este proceso.
- Actitud abierta a lo desconocido. Ante una situación desconocida o que no se conoce completamente, busque información, haga un análisis de la situación y sus posibles resultados. Esto ayudará a ver con mayor tranquilidad el futuro aunque este sea incierto.
- Ser creativo. Una dosis de imaginación puede darle nuevos matices o alternativas a las decisiones más importantes. Por ejemplo, el darle una sorpresa a su cliente o implementar una nueva práctica laboral entre sus colaboradores que los mantenga motivados todo el tiempo.
- Manejar la importancia de las cosas. Hay situaciones que necesitan toda la atención pero hay otras que se pueden delegar. Las decisiones fundamentales deben ser las que demandan la creación de alguna estrategia o aquellas que le darán un giro innovador a su marca o empresa.
- Adelantarse a los escenarios. Es cierto que nadie tiene una bola de cristal pero siempre es saludable pensar en las consecuencias que pueden acarrear las decisiones. ¿Qué es lo peor que puede pasar?, ¿no tendrá gran impacto? o ¿qué es lo mejor que podría suceder?, son preguntas que nos debemos hacer para despejar posibles dudas.
La toma de decisiones no es una tarea sencilla pero siguiendo estos pasos impulsamos a que las cosas lleguen a ser más simples tanto en lo pequeño como en lo fundamental y lo impostergable.